Cómo lo habíamos prometido, ya comenzamos este proyecto lanzando el capítulo 1 del volumen 1 de Rokujouma no Shinryakusha!?... les aviso que primero iremos lanzando versiones online de los caps que tengamos traducidos y corregidos, y cuando tengamos el volumen completo, lo subiremos en la pagina de darkness dragon... compartan y comenten que les pareció nuestro trabajo, y si era lo que esperaban...
Sábado 4 de abril - Preparando el Hacinamiento
Cinco
mil yenes.
Ese
era el alquiler mensual de la habitación 106 de los departamentos Corona.
Los departamentos
Corona es un edificio departamental de madera con unos veinticinco años de
antigüedad. Era barato en un inicio ya que se encontraba bastante lejos del
centro la ciudad, por lo que era bastante económico vivir allí.
Pero,
5000 yenes por una habitación de seis tatamis, con una cocina, baño y tocador,
era muy barato. En realidad, el alquiler de las demás habitaciones de los departamentos
Corona es diez veces mayor que este.
Además,
al departamento 106 no se le tenía que pagar ningún depósito de seguridad, ni tampoco
por las llaves y cualquier otro gasto público.
Por
supuesto que existía una razón por la cual el departamento 106 era tan barato;
hasta ahora todos los inquilinos se han marchado antes de tiempo, sin excepción.
El tiempo más corto que se quedaron los demás fue de unas 3 horas, era normal
que se marcharan al tercer día, el tiempo más largo que alguno se quedo fue de unos
3 meses.
Gracias
a eso, el alquiler se redujo drásticamente. A pesar de que a inicios del año la
renta era de unos 10.000 yenes, a inicios de la primavera se redujo a 5000
yenes.
—Ten
cuidado con eso, McKenzie. Ese cuadro vale más que tu vida— dijo el chico
moviéndose dentro del barato departamento.
—¿Qué
estás diciendo, Kou? Yo soy más cuidadoso que tú.
—Si
lo entiendes, entonces está bien. Sigue trabajando, McKenzie-kun.
—Sí,
sí, Por dios ¿quién crees que te está ayudando con la mudanza...?
El
que se estaba mudando era Koutaro Satomi.
Su
amigo de la infancia, Kenji Matsudaira, lo llamaba Kou, y a cambio, Koutaro lo
llamaba McKenzie.
Ambos
tenían 15 años de edad, y después de su ceremonia de ingreso a la escuela en
los próximos dos días, ambos se convertirían en estudiantes de primer año de
preparatoria.
Hoy es
sábado cuatro de abril.
Debido
a la reubicación de trabajo de su padre, a partir de esta primavera, Koutaro
vivirá solo. Por esa razón fue a bienes raíces y encontró los departamentos
Corona.
Dado
que su padre era el único que lo crio, Koutaro aprovechó la oportunidad para
volverse una carga menor. Y debido a que el alquiler era tan bajo, aceptó con
entusiasmo sin rechistar.
—De todas maneras, Kou, fue bueno que te las hayas
arreglado para encontrar donde vivir, ¿no?
—Tuve
suerte. Mi padre me habló de su transferencia hace poco, así que apenas lo
hice.
Durante
los dos meses y medio luego de que lo reubicaran, Koutaro terminó sus exámenes
de ingreso a la preparatoria y luego esperó sus resultados.
—De
todos modos, si su colega no pudo aceptar fue sólo porque estaba lesionado,
supongo que no había forma de evitarlo.
—Eso
es cierto.
Originalmente,
la transferencia no era para el padre de Koutaro, sino para uno de sus colegas
de trabajo. Sin embargo, debido a que ese mismo colega resultó gravemente
herido en un accidente, el padre de Koutaro fue elegido en su lugar.
—Me
sorprendió ya que fue repentino, pero es una buena oportunidad para
independizarse. Ya soy un estudiante de preparatoria, después de todo.
—Una
actitud positiva, eh.
—Celebro
mi realización como adulto.
—¿Qué
demonios es eso?
Ambos
llevaban una maleta de equipaje. Ya llevaban un rato dando vueltas cargando el
equipaje desde la camioneta de la mudanza.
—¿Puedo
poner la nevera al lado del lavabo?
Un
hombre de mediana edad en ropas de trabajo, asomó la cabeza fuera del departamento
106 y preguntó eso.
Él
era el chofer que conducía el camión de la mudanza, y también estaba moviendo
el equipaje.
—¡Sí,
por favor!
—Entendido.
Al
escuchar la respuesta de Koutaro, el hombre entró al departamento; Koutaro y
Kenji le siguieron.
—En serio,
esto vale cinco mil yenes al mes... es muy barato.
Kenji suspiró de nuevo al pasar por la puerta.
—¿Estás
celoso?
—Si
se trataba de cinco mil, yo lo hubiera alquilado.
La
habitación era bastante anticuada. El pasillo de entrada tenía piso de madera,
y además era una habitación de seis tatamis. Había una pequeña cocina en el
lado derecho del pasillo, y a la izquierda estaban los cuartos de baño y aseo.
Sin
duda parecía anticuado, pero estaba limpio y bien mantenido.
—Mira,
Kou, vas a tocar el techo.
—Entiendo,
entiendo.
—¿En
serio? Viejo, ya pasamos.
—Oh,
lo siento, Gafas-kun.
Pasando
al hombre que colocaba el refrigerador, Koutaro y Kenji entraron a la sala
principal. Ambos se abrieron paso a través del equipaje y cajas de cartón
apiladas alrededor de la habitación.
—¿Qué
hago con la maleta?
—Hmmm,
colócala en el armario, en la parte de abajo.
—Entendido.
Él puso
la maleta en el armario, y cuando se había enderezado, el hombre de la mudanza
entró en la habitación.
—Señor,
¿ese es lo último de su equipaje?
—Ah,
sí, esto es todo.
—De
acuerdo, entonces me iré.
—Muchas
gracias por su ayuda.
Koutaro
había recibido ayuda, por lo que hizo una reverencia al hombre de la mudanza.
—Descuide,
yo soy el que le agradece, le doy las gracias por elegirnos.
El
hombre de la mudanza dijo mientras se inclinaba con una suave sonrisa.
Entonces, dejando atrás unos papeles, salió de la habitación.
—Bueno,
entonces, podemos tener un descanso ahora.
—Oye,
McKenzie.
Koutaro
le lanzó una botella de té a Kenji, quien estaba ajustando sus lentes.
—Whoa,
gracias.
Kenji
atrapó fácilmente la botella. Él ya estaba acostumbrado a ese tipo de trato, ya
que habían sido amigos durante mucho tiempo.
—Lamento
que no esté helado. La nevera apenas fue instalada.
Al
decir eso, Koutaro sacó su propia botella de té de la bolsa de plástico que compró
en la tienda de antes.
—Lo
sé.
Ambos
abrieron simultáneamente sus botellas con un crack y bebieron.
—¡Haah…,
estoy vivo otra vez!
Koutaro
se sentó sobre las cajas de cartón mientras estaba bebiendo, y Kenji se apoyó
en el marco de la puerta. Entonces, el calendario colgado en la pared llamó su
atención.
—El
tiempo pasa rápidamente. La Ceremonia de entrada es en sólo dos días.
—Sí,
así que tengo que terminar esto hoy.
Koutaro
miró el calendario que había puesto en la pared junto con un reloj antes.
—¿Eh?
¿Y qué harás mañana?
—Tengo
que trabajar.
—¿Vas
a continuar? Al menos podrías tomarte un descanso después de mudarte.
Kenji
lo miró con asombro a través de sus gafas.
—Es
necesario durante el comienzo de la primavera. No me agrupes con ustedes que
viven con sus padres.
—Si
se trata de dinero, ¿tu papá no te dejó algo antes?
—Sí,
es cierto, pero no lo voy a usar. Es lo más listo que puedo hacer.
—No sé si es inteligente ¿Pero qué pasa si
colapsas?
—A diferencia de ustedes, los listos, yo al
menos tengo confianza en mí resistencia.
—Claro, Claro, supongo que sí.
Kenji se encogió de hombros frente a Koutaro,
que había hinchado su pecho de orgullo.
—Así que, Kou, ¿A qué hora vas a trabajar
mañana?
—Igual que siempre; por la mañana.
—Está
bien, entonces voy a venir a buscarte como de costumbre.
—Gracias.
Ambos
habían estado trabajando en el mismo lugar desde el mes pasado. Después de
enterarse que fueron admitidos en la Preparatoria, ambos solicitaron un lugar
de trabajo cerca de la escuela.
Afortunadamente,
fueron contratados.
—Oye
Kou. ¿Vas a despertarte a la hora cuando comience la escuela?
—Lo
haré, lo haré, no te preocupes.
—Tengo
que despertarte todos los sábados para el trabajo, así que no tienes ninguna
credibilidad.
—Eres
muy exigente.
Koutaro
era malo para levantarse por las mañanas, así que Kenji había terminado yendo todos
los sábados a despertarlo para trabajar.
—Estoy
viviendo por mi cuenta y siendo un adulto ahora, así que no puedo seguir
actuando como un niño.
—Entonces
no me vas a necesitar mañana tampoco, ¿verdad?
—Esto
y lo otro son cosas apartes, McKenzie-kun. Asegúrate de venir temprano mañana.
—Tú...
Kenji
dejó caer sus hombros por el asombro.
—Lo
siento, viejo.
—Tal
vez soy demasiado viejo para ayudarte entonces.
—Si
dices eso, eres joven entonces.
*Ding
dong* sonó el timbre.
—¿Eh?
—¿Un
invitado?
Entonces,
antes de que Koutaro pudiera responder, la persona abrió la puerta y entró.
—¡Hola!
Satomi-san, ¿te estás instalando?
La
voz de una chica sonó desde la entrada.
Esa
voz es, sin duda es...
—Es
la casera.
—¿Casera?
—¡Ya
voy!
Koutaro
respondió hacia la entrada, levantándose de las cajas en que había estado
sentado. Al ver eso, Kenji también se puso de pie directamente desde la pared
en que había estado apoyado.
—Suena
joven y tiene bonita voz.
—Vamos,
McKenzie, y prepárate para una sorpresa.
—Hmm,
está bien...
Con
eso, los dos caminaron juntos a la puerta de entrada.
—Hola,
Casera.
—Hola,
Satomi-san.
Una
chica con un delantal sobre su ropa normal estaba de pie en la entrada. Después
de saludar, hizo una reverencia pronunciada. Ella parecía tener la edad de Koutaro,
pero todavía tenía características un tanto infantiles además de un cabello
largo y atado con una gran cinta, daba la impresión de una dulce joven.
—¡¿Q…Qué?!...
por Casera, ¿te refieres a ella?
—Sí, ella
es mi casera ¿Sorprendido, McKenzie?
—Ah…Ah,
sí.
Kenji
dio una reverencia con los ojos abiertos. Él se sorprendió porque no podía ver
a la encantadora chica delante de él como una casera.
—Fufuf..
a mi igual me sorprendió al principio también.
—Todo
el mundo se sorprende. Fufufu...
Ella
se volteó hacia Kenji con una leve sonrisa.
—Mucho
gusto. Yo soy la casera de aquí, Shizuka Kasaki.
—Mucho
gusto, yo soy Kenji Matsudaira.
—Espero
que nos llevemos bien, Matsudaira-san.
—Sí,
lo mismo espero.
Kenji
y la chica –Shizuka- se hicieron una reverencia el uno al otro.
—Casera,
este sujeto es mi amigo de la infancia.
—Ah,
¿lo es?
Él
probablemente estará aquí a menudo, así que no dude en llamarlo McKenzie.
—¿McKenzie?—
dijo Shizuka mientras parpadeaba un par de veces y miró a Kenji
—Tú
eres japonés, ¿Verdad? Con un nombre como Matsudaira...
—Ah, sí,
él definitivamente es japonés, McKenzie es sólo la abreviatura de Kenji
Matsudaira.
—Ya
veo, “Matsu” y “Kenji”, así que McKenzie.
Satisfecha,
Shizuka puso su mano delante de su boca y rió entre dientes.
—Sin
embargo sólo Kou me llama así.
—Entonces,
Matsudaira-san, ¿cómo debo llamarte?
—McKenzie
está bien. Ya estoy acostumbrado.
—Ya
veo, entonces, McKenzie-san
Al
ver a Kenji escondiendo sus hombros, Shizuka se rió de nuevo, haciendo que su
cinta del cabello se balancee suavemente.
—Oh
sí, tú también vas ir a la preparatoria Kitsushou-Harukaze este año.
—Heeh,
qué casualidad.
—Sí,
tenemos suerte, podríamos incluso estar en la misma clase.
—Espero
que también podamos llevarnos bien en la escuela también— dijo ella mientras hacía
una reverencia.
—Así
que, Casera, ¿Se le ofrece algo?
—Ah,
se me había olvidado.
Shizuka
juntó las manos y apuntó a la ventana:
—Vi
al camión de mudanzas irse hace poco, así que pensé en venir a ayudar.
—¡¿Desde
la ventana?!
—Sí, McKenzie-san.
En realidad, vivo en la habitación de arriba.
—Es
muy bueno vivir en una habitación bajo una linda casera.
—Bueno...
Los
ojos de Shizuka se abrieron, y luego sonrió.
—Qué
halagador, Satomi-san.
—De
alguna manera, vivir debajo, no quiere decir nada. Es un apartamento, por lo
que, obviamente, eso siempre podría suceder.
—No
arruines la atmósfera.
—Fufufu,
ustedes dos sí que se llevan bien... Ah, yo no debería decir eso. Vine aquí
para ayudar, después de todo. No pude ayudarles con el trabajo físico de antes,
pero creo que sí puedo a partir de aquí.
—Nos
has salvado, Casera; La especialidad de Kou es dejarlo todo peor, pero cuando
se trata de poner en orden, es aún peor.
—¡Oye!
¡McKenzie, no digas cosas tan groseras!
—Es
cierto, sin embargo, siempre me preocupa.
Kenji
dejó escapar un gran suspiro mientras se arreglaba los lentes.
—Así
que ¿siempre estás…?
—Sí,
siempre estoy ayudándolo.
—Estoy
muy agradecido, sabes.
—…
—Sólo
agradecido. Ah, sí, Casera, hay algo que me gustaría preguntarle. ¿Está bien?
—Sí,
¿qué pasa?
—Shizuka
asintió, sin dejar de sonreír.
—¿Por
qué el alquiler de esta habitación ahora sólo es de 5,000 yenes?
—O-Oye,
McKenzie, ¡No preguntes cosas así tan de repente!
Koutaro,
que conocía las circunstancias, comenzó a entrar en pánico ligeramente.
—¿Pero
no estás curioso? La habitación es agradable, y la casera es una persona
trabajadora, así que no veo ningún problema con ello.
—Pero
sus padres le dejaron este apartamento a ella, así que—
—Está
bien, Satomi-san.
Koutaro
estaba preocupado de que Shizuka se enojara, pero ella sonrió suavemente y
sacudió la cabeza.
—Las
preocupaciones de McKenzie-san también son válidas. Fufufu, ¿no lo entiendes?
McKenzie-san se preocupa por ti.
—Casera...
—Además,
si puedo hablar de eso.
Koutaro
se inclinó disculpándose y Shizuka miró a Kenji.
—En
realidad, esta habitación está embrujada.
—¿Qué
quieres decir con “está embrujada”?
—Principalmente,
que hay rumores de un fantasma en esta habitación.
—¿¡F-Fa-Fantasma...!?—
Kenji se sorprendió, y miró nerviosamente alrededor de la habitación.
—Yo no
he visto nada, pero parece que todos los inquilinos sí... Así que nadie vive
aquí por mucho tiempo.
—Un
fantasma…es difícil de aceptar, pero...
—Pienso
igual, pero la realidad es que los inquilinos se van dando esos argumentos.
Shizuka
se encogió de hombros con una sonrisa amarga cuando le dijo esto a Kenji, que
quedó desconcertado.
—Casera,
déjamelo a mí. No voy a perder contra ese fantasma.
—Espero
que así sea. Definitivamente tienes que vivir aquí por un largo tiempo para
aclarar los rumores, Satomi-san.
—¡Lo
haré!
—Pero,
un fantasma en esta habitación...
Aún
sin entender, Kenji miró alrededor de la habitación de nuevo.
—Deja
de murmurar, McKenzie. Ya que la Casera bajó sólo para ayudarnos, vamos a
empezar a poner todo en orden.
—Ah,
es verdad.
Después
de que Koutaro lo presionó, Kenji negó fuertemente con la cabeza y su expresión
volvió a la normalidad.
—Si
es por el tonto de Kou, hasta el fantasma estará bien.
—Tus
palabras duelen.
—Es a
propósito.
—Lo
sé... de todos modos, empecemos, Casera.
—Sí,
pero saben, ustedes dos hacen una muy buena combinación.
Shizuka
se rió de nuevo mientras observaba su discusión.
—¿En
serio?
—Casera,
por favor no digas algo tan
repugnante.
—McKenzie,
¿no estás exagerando un poco?
Con
eso, comenzaron a guardar ruidosamente el equipaje.
Con
la ayuda de Kenji y Shizuka, Koutaro terminó de guardar todo antes de que fuera
la hora de la cena.
—Entonces
me voy. Tenemos trabajo mañana, así que no se queden hasta muy tarde.
—Entiendo.
Sería malo quedarse dormido, después de todo.
—Realmente
no tengo la confianza de que entiendas.
Kenji
suspiró, yendo a la puerta de entrada y poniéndose los zapatos que
descuidadamente se había quitado anteriormente.
—Me
iré también, Satomi-san.
—Casera,
no tienes que llamarme “Satomi-san”, vamos a ser compañeros de clase pasado
mañana, después de todo.
—Umm,
entonces, Satomi-kun.
—Eso está
mejor.
—Entonces,
te llamaré así.
Shizuka
sonrió, mientras se colocaba los zapatos que cuidadosamente dejó en el camino
de entrada. Al mismo tiempo, Kenji abrió la puerta.
—Gracias
por hoy, Casera.
Koutaro
les dio las gracias mientras caminaban por la puerta.
—No,
si es sólo esto, no hay problema.
—¿No
vas a darme las gracias?
—Mmmm……
Dar y recibir, ese es el tipo de persona que eres.
—No
pienses en mí de esa manera...
—Nos
vemos, Satomi-kun.
—Sí, hasta
mañana, Casera.
—Date
prisa y vete a dormir.
—Lo
haré, lo haré.
Con
el sonido de la puerta cerrándose, Kenji y Shizuka desaparecieron. Después de
que Koutaro comió el almuerzo que compró en la tienda de conveniencia, continuó
ordenando todo él solo.
—Hmmm...
Dónde debo colocar este bate... Es diferente de uno normal, así que supongo que
voy a ponerlo en el perchero.
Koutaro
se preocupaba por el bate en su mano. El bate firmado, que fue utilizado por el
legendario bateador llamado ‘El Dios del bateo', ese era uno de los tesoros de
Koutaro.
—Bien,
voy a conseguir un pedestal para esto, pero por ahora lo voy a poner en la
esquina.
Koutaro
inclinó el bate contra la pared en la esquina y cogió una caja nueva de cartón.
—Qué
es esto entonces...
Koutaro
arrancó la cinta de embalaje y miró dentro.
—Más
tesoros, ¿eh?
Trofeos,
Certificados, mascareras conmemorativas y su guante favorito. Eran todos los
recuerdos de la época de Koutaro en la secundaria.
—Está
bien, voy a poner esto aquí.
No sé
siente tan especial al tener tantos recuerdos en un solo lugar.
—Si no pongo esto en uno muy bueno,
entonces...
Lo
siguiente era un jersey tejido. Koutaro lo envolvió con cuidado firmemente en
el papel. Entonces lo puso suavemente en la maleta en el interior del armario.
—Está
bien.
Alejándose
del armario, Koutaro dio una palmada.
*Ring
ring*
Al
mismo tiempo, su teléfono, que se estaba cargando en una esquina comenzó a
sonar.
—¿Eh?
¿Papá?
En el
teléfono de Koutaro sólo había un contacto que todavía tenía el tono de llamada
predeterminado.
Yuuichirou Satomi.
El
nombre del padre de Koutaro se mostraba en la pantalla del teléfono.
Koutaro
alcanzó y tomó su teléfono, respondiéndolo antes de sostenerlo a un lado de su
cara.
—Hola,
¿papá?
[Ooh,
¿estás ahí, Koutaro?]
Del
teléfono, la voz que se oía era sin duda la del padre de Koutaro, Yuuichirou.
[¿Cómo
estás por allá? ¿Ya desempacaste todo?]
—Sí,
McKenzie y la casera me ayudaron, así que tengo algo de tiempo.
[Ya
veo. ¿Les agradeciste apropiadamente?]
—Sí,
¿y qué hay de ti?
[Estoy
en un hostal para solteros, así que no hay nada que tenga que hacer. Tengo
comida y un lugar para bañarme. Si sólo tuviera un cambio de ropa no habría
problemas urgentes.]
—Me
alegro. Hay más que no puedes hacer sin mí, así que estaba un poco preocupado.
[Jajaja,
eso es un golpe bajo.]
Koutaro
creció sólo con su padre, por lo que él hizo la mayoría de las tareas
domésticas. Naturalmente, porque era él, no podría ser llamado un buen trabajo,
pero aun así, si Koutaro no lo había hecho, Yuuichirou seguramente habría colapsado.
Su padre era terrible en las labores domésticas…
—Es
una buena oportunidad, sin embargo, encuéntrate a una buena mujer.
Así
es, Koutaro quería que él se vuelva a casar pronto.
[Jajajaja,
por dios...]
Pero
Yuuichirou aún amaba a su difunta esposa. Koutaro entendía esto, así que no
podía quejarse.
[Sí,
de todos modos, si estás bien, eso es lo que importa.]
—Igualmente.
Papá. ¿Olvidaste sacar la basura?
[Lo
hice, lo hice.]
—¿En serio?
En este
momento, Koutaro realmente entendió los sentimientos de Kenji.
[De
todos modos, no hay mucho de qué hablar, así que tal vez lo dejaremos aquí.
Tengo un poco más de limpieza que hacer.]
—Entendido.
Hasta luego, papá.
[Sí,
buenas noches, Koutaro.]
—Buenas
noches.
Y
así, colgaron.
—Me
pregunto qué se siente ser repentinamente trasladado.
Koutaro
había conectado su teléfono.
—De
todos modos, debería estar aliviado. Es bueno, es bueno.
Koutaro
hizo una leve sonrisa y se tomó un respiro antes de reanudar.
—Las
once eh...
Koutaro
detuvo la limpieza cuando iban a dar las once.
—Bueno
supongo que me iré a la cama temprano esta noche. Si no me levanto a tiempo,
McKenzie me gritará.
Los
últimos días de la agitada mudanza tenían cansado a Koutaro, y encima de eso
tenía que trabajar mañana. El ir a dormir ahora sería una buena idea.
Koutaro
rápidamente sacó su futón del armario. Realmente no es del estilo de Koutaro
con el diseño floreado que Shizuka había preparado. Usando su pie, Koutaro
limpió algo de espacio para el futón y a continuación, sólo se tumbó sobre la
cubierta floreada en frente de él.
—¿Debería
colocarlo correctamente?
Después
de reconsiderar eso, decidió extender correctamente el futón, Shizuka había
preparado la cubierta para él, así que si lo trataba tan rudo como siempre,
ella podría molestarse.
—Bien.
Después
de extender el futón, Koutaro apagó las luces y se metió bajo las sábanas.
—Buenas
noches.
Diciendo
eso sin nadie que escuchara, Koutaro cerró los ojos. Era malo para levantarse,
pero bueno para ir a dormir. Unos minutos más tarde, su respiración se hizo
regular.
Nada
se movía en el departamento 106, y la respiración de Koutaro hizo eco alrededor
de la habitación. Era más o menos del mismo volumen que el tic-tac del reloj.
Así que cuando la televisión en la habitación 105 vecina estaba encendida o
cuando Shizuka cerró y abrió la puerta de arriba, en la habitación 206, su
respiración era inaudible. Después de unas pocas horas, la habitación de
Koutaro se llenó de nuevo con sólo su respiración.
RUIDO
Había
un pequeño sonido en la habitación 106, no era Koutaro. Él estaba durmiendo y
ni siquiera se movía.
RUIDO,
RUIDO
El
sonido provenía de la ventana, pero el marco de la ventana no estaba crujiendo
y el viento no la hacía sonar. Sin embargo, la ventana seguía sonando, y luego
el sonido se hizo más alto de manera constante.
Aun
así, Koutaro no mostró signos de despertarse.
—Uhh~ McKenzie, ya basta~
En su
lugar, Koutaro estaba hablando en voz alta y sin despertar, por lo que la
ventana no tenía ninguna chance de despertarlo.
Curiosamente,
con el murmullo de Koutaro, el ruido se detuvo de repente.
—Guhehehehehe……
RUIDO
Pero
por alguna razón, el crujir de la ventana dio combate de nuevo justo después de
que Koutaro hablara dormido. No debería haber sido posible, pero era como si la
ventana se sorprendiera de que Koutaro hablara dormido.
Durante
un tiempo, el silencio continuó y el murmullo de Koutaro finalmente se detuvo.
No pasó nada durante varios minutos, pero el extraño fenómeno no había
terminado.
RUIDO,
RUIDO……. APLASTA
Un gran
sonido fuerte atravesó la noche, sonando como si una olla pequeña hubiera sido
destrozada, pero mirando alrededor de la habitación, la fuente del sonido no se
pudo encontrar.
APLASTA
RUIDO, RUIDO……. GOLPEA
Los
sonidos fuertes continuaron, y al mismo tiempo, una pelota de béisbol rodó por
el suelo. Sin embargo, el causante no podía ser visto.
RUIDO,
RUIDO……. GOLPEA
Los
sonidos eran cada vez más violentos, y la ventana estaba haciendo un gran
ruido.
—McKenzie,
¿eres un mal inquilino? La casera es linda.
Aun
así, Koutaro no se despertó. Lejos de ello, Koutaro comenzó a murmurar en
sueños otra vez.
—Puedes
ser bien parecido, pero no tienes agallas~
Como
para ahogar el discurso de Koutaro, los ruidos se pusieron aún más fuertes. Las
cosas en la habitación empezaron a temblar, y la habitación estaba en el apogeo
del caos. Los muebles y cajas resonaron alrededor ya que el ruido se hizo más
fuerte.
El
sonido estaba justo en frente de Koutaro, pero aun así él no se despertó. Todo
este escándalo no podía perturbarlo en absoluto. Incluso después de haber sido
amigo de Kenji durante tanto tiempo, Koutaro no se despertó fácilmente.
—Hehehehehe.
El
sonido se detuvo cuando Koutaro habló dormido.
Qué
pasa si estos sonidos y agitación de la habitación eran causados por alguien.
—Es
molesto ese ruido, cállate. Ya basta, McKenzie.
RUIDO,
RUIDO
Quien
haya sido esa persona, sin duda estaría sorprendida de cómo Koutaro era tan
cabeza dura mientras dormía.
Excelente Aporte.
ResponderEliminarPodrian poner en DD el cap en pdf
gracias, la verdad parece una lectura bastante corta este es el vol 1 completo? exelente aporte :3
ResponderEliminarno, es solo un avance del cap 1, es un teaser
Eliminar¡Gracias por el avance!
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