miércoles, 8 de octubre de 2014

[Teaser] Rokujouma no Shinryakusha!? - volumen 1 en español


Cómo lo habíamos prometido, ya comenzamos este proyecto lanzando el capítulo 1 del volumen 1 de Rokujouma no Shinryakusha!?... les aviso que primero iremos lanzando versiones online de los caps que tengamos traducidos y corregidos, y cuando tengamos el volumen completo, lo subiremos en la pagina de darkness dragon... compartan y comenten que les pareció nuestro trabajo, y si era lo que esperaban...

Sábado 4 de abril - Preparando el Hacinamiento

Cinco mil yenes.
Ese era el alquiler mensual de la habitación 106 de los departamentos Corona.
Los departamentos Corona es un edificio departamental de madera con unos veinticinco años de antigüedad. Era barato en un inicio ya que se encontraba bastante lejos del centro la ciudad, por lo que era bastante económico vivir allí.
Pero, 5000 yenes por una habitación de seis tatamis, con una cocina, baño y tocador, era muy barato. En realidad, el alquiler de las demás habitaciones de los departamentos Corona es diez veces mayor que este.
Además, al departamento 106 no se le tenía que pagar ningún depósito de seguridad, ni tampoco por las llaves y cualquier otro gasto público.
Por supuesto que existía una razón por la cual el departamento 106 era tan barato; hasta ahora todos los inquilinos se han marchado antes de tiempo, sin excepción. El tiempo más corto que se quedaron los demás fue de unas 3 horas, era normal que se marcharan al tercer día, el tiempo más largo que alguno se quedo fue de unos 3 meses.
Gracias a eso, el alquiler se redujo drásticamente. A pesar de que a inicios del año la renta era de unos 10.000 yenes, a inicios de la primavera se redujo a 5000 yenes.

—Ten cuidado con eso, McKenzie. Ese cuadro vale más que tu vida— dijo el chico moviéndose dentro del barato departamento.
—¿Qué estás diciendo, Kou? Yo soy más cuidadoso que tú.
—Si lo entiendes, entonces está bien. Sigue trabajando, McKenzie-kun.
—Sí, sí, Por dios ¿quién crees que te está ayudando con la mudanza...?
El que se estaba mudando era Koutaro Satomi.
Su amigo de la infancia, Kenji Matsudaira, lo llamaba Kou, y a cambio, Koutaro lo llamaba McKenzie.
Ambos tenían 15 años de edad, y después de su ceremonia de ingreso a la escuela en los próximos dos días, ambos se convertirían en estudiantes de primer año de preparatoria.

Hoy es sábado cuatro de abril.

Debido a la reubicación de trabajo de su padre, a partir de esta primavera, Koutaro vivirá solo. Por esa razón fue a bienes raíces y encontró los departamentos Corona.
Dado que su padre era el único que lo crio, Koutaro aprovechó la oportunidad para volverse una carga menor. Y debido a que el alquiler era tan bajo, aceptó con entusiasmo sin rechistar.

 —De todas maneras, Kou, fue bueno que te las hayas arreglado para encontrar donde vivir, ¿no?
—Tuve suerte. Mi padre me habló de su transferencia hace poco, así que apenas lo hice.
Durante los dos meses y medio luego de que lo reubicaran, Koutaro terminó sus exámenes de ingreso a la preparatoria y luego esperó sus resultados.
—De todos modos, si su colega no pudo aceptar fue sólo porque estaba lesionado, supongo que no había forma de evitarlo.
—Eso es cierto.

Originalmente, la transferencia no era para el padre de Koutaro, sino para uno de sus colegas de trabajo. Sin embargo, debido a que ese mismo colega resultó gravemente herido en un accidente, el padre de Koutaro fue elegido en su lugar.

—Me sorprendió ya que fue repentino, pero es una buena oportunidad para independizarse. Ya soy un estudiante de preparatoria, después de todo.
—Una actitud positiva, eh.
—Celebro mi realización como adulto.
—¿Qué demonios es eso?
Ambos llevaban una maleta de equipaje. Ya llevaban un rato dando vueltas cargando el equipaje desde la camioneta de la mudanza.

—¿Puedo poner la nevera al lado del lavabo?
Un hombre de mediana edad en ropas de trabajo, asomó la cabeza fuera del departamento 106 y preguntó eso.
Él era el chofer que conducía el camión de la mudanza, y también estaba moviendo el equipaje.
—¡Sí, por favor!
—Entendido.

Al escuchar la respuesta de Koutaro, el hombre entró al departamento; Koutaro y Kenji le siguieron.
—En serio, esto vale cinco mil yenes al mes... es muy barato.
 Kenji suspiró de nuevo al pasar por la puerta.
—¿Estás celoso?
—Si se trataba de cinco mil, yo lo hubiera alquilado.
La habitación era bastante anticuada. El pasillo de entrada tenía piso de madera, y además era una habitación de seis tatamis. Había una pequeña cocina en el lado derecho del pasillo, y a la izquierda estaban los cuartos de baño y aseo.
Sin duda parecía anticuado, pero estaba limpio y bien mantenido.
—Mira, Kou, vas a tocar el techo.
—Entiendo, entiendo.
—¿En serio? Viejo, ya pasamos.
—Oh, lo siento, Gafas-kun.
Pasando al hombre que colocaba el refrigerador, Koutaro y Kenji entraron a la sala principal. Ambos se abrieron paso a través del equipaje y cajas de cartón apiladas alrededor de la habitación.
—¿Qué hago con la maleta?
—Hmmm, colócala en el armario, en la parte de abajo.
—Entendido.
Él puso la maleta en el armario, y cuando se había enderezado, el hombre de la mudanza entró en la habitación.
—Señor, ¿ese es lo último de su equipaje?
—Ah, sí, esto es todo.
—De acuerdo, entonces me iré.
—Muchas gracias por su ayuda.
Koutaro había recibido ayuda, por lo que hizo una reverencia al hombre de la mudanza.
—Descuide, yo soy el que le agradece, le doy las gracias por elegirnos.
El hombre de la mudanza dijo mientras se inclinaba con una suave sonrisa. Entonces, dejando atrás unos papeles, salió de la habitación.

—Bueno, entonces, podemos tener un descanso ahora.

—Oye, McKenzie.
Koutaro le lanzó una botella de té a Kenji, quien estaba ajustando sus lentes.
—Whoa, gracias.
Kenji atrapó fácilmente la botella. Él ya estaba acostumbrado a ese tipo de trato, ya que habían sido amigos durante mucho tiempo.
—Lamento que no esté helado. La nevera apenas fue instalada.
Al decir eso, Koutaro sacó su propia botella de té de la bolsa de plástico que compró en la tienda de antes.
—Lo sé.
Ambos abrieron simultáneamente sus botellas con un crack y bebieron.
—¡Haah…, estoy vivo otra vez!
Koutaro se sentó sobre las cajas de cartón mientras estaba bebiendo, y Kenji se apoyó en el marco de la puerta. Entonces, el calendario colgado en la pared llamó su atención.
—El tiempo pasa rápidamente. La Ceremonia de entrada es en sólo dos días.
—Sí, así que tengo que terminar esto hoy.
Koutaro miró el calendario que había puesto en la pared junto con un reloj antes.
—¿Eh? ¿Y qué harás mañana?
—Tengo que trabajar.
—¿Vas a continuar? Al menos podrías tomarte un descanso después de mudarte.
Kenji lo miró con asombro a través de sus gafas.
—Es necesario durante el comienzo de la primavera. No me agrupes con ustedes que viven con sus padres.
—Si se trata de dinero, ¿tu papá no te dejó algo antes?
—Sí, es cierto, pero no lo voy a usar. Es lo más listo que puedo hacer.
 —No sé si es inteligente ¿Pero qué pasa si colapsas?
 —A diferencia de ustedes, los listos, yo al menos tengo confianza en mí resistencia.
 —Claro, Claro, supongo que sí.
 Kenji se encogió de hombros frente a Koutaro, que había hinchado su pecho de orgullo.
 —Así que, Kou, ¿A qué hora vas a trabajar mañana?
 —Igual que siempre; por la mañana.
—Está bien, entonces voy a venir a buscarte como de costumbre.
—Gracias.
Ambos habían estado trabajando en el mismo lugar desde el mes pasado. Después de enterarse que fueron admitidos en la Preparatoria, ambos solicitaron un lugar de trabajo cerca de la escuela.
Afortunadamente, fueron contratados.
—Oye Kou. ¿Vas a despertarte a la hora cuando comience la escuela?
—Lo haré, lo haré, no te preocupes.
—Tengo que despertarte todos los sábados para el trabajo, así que no tienes ninguna credibilidad.
—Eres muy exigente.
Koutaro era malo para levantarse por las mañanas, así que Kenji había terminado yendo todos los sábados a despertarlo para trabajar.
—Estoy viviendo por mi cuenta y siendo un adulto ahora, así que no puedo seguir actuando como un niño.
—Entonces no me vas a necesitar mañana tampoco, ¿verdad?
—Esto y lo otro son cosas apartes, McKenzie-kun. Asegúrate de venir temprano mañana.
—Tú...
Kenji dejó caer sus hombros por el asombro.
—Lo siento, viejo.
—Tal vez soy demasiado viejo para ayudarte entonces.
—Si dices eso, eres joven entonces.

*Ding dong* sonó el timbre.

—¿Eh?
—¿Un invitado?
Entonces, antes de que Koutaro pudiera responder, la persona abrió la puerta y entró.
—¡Hola! Satomi-san, ¿te estás instalando?
La voz de una chica sonó desde la entrada.

Esa voz es, sin duda es...
—Es la casera.
—¿Casera?
—¡Ya voy!
Koutaro respondió hacia la entrada, levantándose de las cajas en que había estado sentado. Al ver eso, Kenji también se puso de pie directamente desde la pared en que había estado apoyado.
—Suena joven y tiene bonita voz.
—Vamos, McKenzie, y prepárate para una sorpresa.
—Hmm, está bien...
Con eso, los dos caminaron juntos a la puerta de entrada.



—Hola, Casera.
—Hola, Satomi-san.
Una chica con un delantal sobre su ropa normal estaba de pie en la entrada. Después de saludar, hizo una reverencia pronunciada. Ella parecía tener la edad de Koutaro, pero todavía tenía características un tanto infantiles además de un cabello largo y atado con una gran cinta, daba la impresión de una dulce joven.
—¡¿Q…Qué?!... por Casera, ¿te refieres a ella?
—Sí, ella es mi casera ¿Sorprendido, McKenzie?
—Ah…Ah, sí.
Kenji dio una reverencia con los ojos abiertos. Él se sorprendió porque no podía ver a la encantadora chica delante de él como una casera.
—Fufuf.. a mi igual me sorprendió al principio también.
—Todo el mundo se sorprende. Fufufu...
Ella se volteó hacia Kenji con una leve sonrisa.
—Mucho gusto. Yo soy la casera de aquí, Shizuka Kasaki.
—Mucho gusto, yo soy Kenji Matsudaira.
—Espero que nos llevemos bien, Matsudaira-san.
—Sí, lo mismo espero.
Kenji y la chica –Shizuka- se hicieron una reverencia el uno al otro.
—Casera, este sujeto es mi amigo de la infancia.
—Ah, ¿lo es?
Él probablemente estará aquí a menudo, así que no dude en llamarlo McKenzie.
—¿McKenzie?— dijo Shizuka mientras parpadeaba un par de veces y miró a Kenji
—Tú eres japonés, ¿Verdad? Con un nombre como Matsudaira...
—Ah, sí, él definitivamente es japonés, McKenzie es sólo la abreviatura de Kenji Matsudaira.
—Ya veo, “Matsu” y “Kenji”, así que McKenzie.
Satisfecha, Shizuka puso su mano delante de su boca y rió entre dientes.
—Sin embargo sólo Kou me llama así.
—Entonces, Matsudaira-san, ¿cómo debo llamarte?
—McKenzie está bien. Ya estoy acostumbrado.
—Ya veo, entonces, McKenzie-san
Al ver a Kenji escondiendo sus hombros, Shizuka se rió de nuevo, haciendo que su cinta del cabello se balancee suavemente.
—Oh sí, tú también vas ir a la preparatoria Kitsushou-Harukaze este año.
—Heeh, qué casualidad.
—Sí, tenemos suerte, podríamos incluso estar en la misma clase.
—Espero que también podamos llevarnos bien en la escuela también— dijo ella mientras hacía una reverencia.
—Así que, Casera, ¿Se le ofrece algo?
—Ah, se me había olvidado.
Shizuka juntó las manos y apuntó a la ventana:
—Vi al camión de mudanzas irse hace poco, así que pensé en venir a ayudar.
—¡¿Desde la ventana?!
—Sí, McKenzie-san. En realidad, vivo en la habitación de arriba.
—Es muy bueno vivir en una habitación bajo una linda casera.
—Bueno...
Los ojos de Shizuka se abrieron, y luego sonrió.
—Qué halagador, Satomi-san.
—De alguna manera, vivir debajo, no quiere decir nada. Es un apartamento, por lo que, obviamente, eso siempre podría suceder.
—No arruines la atmósfera.
—Fufufu, ustedes dos sí que se llevan bien... Ah, yo no debería decir eso. Vine aquí para ayudar, después de todo. No pude ayudarles con el trabajo físico de antes, pero creo que sí puedo a partir de aquí.
—Nos has salvado, Casera; La especialidad de Kou es dejarlo todo peor, pero cuando se trata de poner en orden, es aún peor.
—¡Oye! ¡McKenzie, no digas cosas tan groseras!
—Es cierto, sin embargo, siempre me preocupa.
Kenji dejó escapar un gran suspiro mientras se arreglaba los lentes.
—Así que ¿siempre estás…?
—Sí, siempre estoy ayudándolo.
—Estoy muy agradecido, sabes.
—…
—Sólo agradecido. Ah, sí, Casera, hay algo que me gustaría preguntarle. ¿Está bien?
—Sí, ¿qué pasa?
—Shizuka asintió, sin dejar de sonreír.
—¿Por qué el alquiler de esta habitación ahora sólo es de 5,000 yenes?
—O-Oye, McKenzie, ¡No preguntes cosas así tan de repente!
Koutaro, que conocía las circunstancias, comenzó a entrar en pánico ligeramente.
—¿Pero no estás curioso? La habitación es agradable, y la casera es una persona trabajadora, así que no veo ningún problema con ello.
—Pero sus padres le dejaron este apartamento a ella, así que—
—Está bien, Satomi-san.
Koutaro estaba preocupado de que Shizuka se enojara, pero ella sonrió suavemente y sacudió la cabeza.
—Las preocupaciones de McKenzie-san también son válidas. Fufufu, ¿no lo entiendes? McKenzie-san se preocupa por ti.
—Casera...
—Además, si puedo hablar de eso.
Koutaro se inclinó disculpándose y Shizuka miró a Kenji.
—En realidad, esta habitación está embrujada.
—¿Qué quieres decir con “está embrujada”?
—Principalmente, que hay rumores de un fantasma en esta habitación.
—¿¡F-Fa-Fantasma...!?— Kenji se sorprendió, y miró nerviosamente alrededor de la habitación.
—Yo no he visto nada, pero parece que todos los inquilinos sí... Así que nadie vive aquí por mucho tiempo.
—Un fantasma…es difícil de aceptar, pero...
—Pienso igual, pero la realidad es que los inquilinos se van dando esos argumentos.
Shizuka se encogió de hombros con una sonrisa amarga cuando le dijo esto a Kenji, que quedó desconcertado.
—Casera, déjamelo a mí. No voy a perder contra ese fantasma.
—Espero que así sea. Definitivamente tienes que vivir aquí por un largo tiempo para aclarar los rumores, Satomi-san.
—¡Lo haré!
—Pero, un fantasma en esta habitación...
Aún sin entender, Kenji miró alrededor de la habitación de nuevo.
—Deja de murmurar, McKenzie. Ya que la Casera bajó sólo para ayudarnos, vamos a empezar a poner todo en orden.
—Ah, es verdad.
Después de que Koutaro lo presionó, Kenji negó fuertemente con la cabeza y su expresión volvió a la normalidad.
—Si es por el tonto de Kou, hasta el fantasma estará bien.
—Tus palabras duelen.
—Es a propósito.
—Lo sé... de todos modos, empecemos, Casera.
—Sí, pero saben, ustedes dos hacen una muy buena combinación.
Shizuka se rió de nuevo mientras observaba su discusión.
—¿En serio?
—Casera, por favor no digas     algo tan repugnante.
—McKenzie, ¿no estás exagerando un poco?
Con eso, comenzaron a guardar ruidosamente el equipaje.

Con la ayuda de Kenji y Shizuka, Koutaro terminó de guardar todo antes de que fuera la hora de la cena.
—Entonces me voy. Tenemos trabajo mañana, así que no se queden hasta muy tarde.
—Entiendo. Sería malo quedarse dormido, después de todo.
—Realmente no tengo la confianza de que entiendas.
Kenji suspiró, yendo a la puerta de entrada y poniéndose los zapatos que descuidadamente se había quitado anteriormente.
—Me iré también, Satomi-san.
—Casera, no tienes que llamarme “Satomi-san”, vamos a ser compañeros de clase pasado mañana, después de todo.
—Umm, entonces, Satomi-kun.
—Eso está mejor.
—Entonces, te llamaré así.
Shizuka sonrió, mientras se colocaba los zapatos que cuidadosamente dejó en el camino de entrada. Al mismo tiempo, Kenji abrió la puerta.
—Gracias por hoy, Casera.
Koutaro les dio las gracias mientras caminaban por la puerta.
—No, si es sólo esto, no hay problema.
—¿No vas a darme las gracias?
—Mmmm…… Dar y recibir, ese es el tipo de persona que eres.
—No pienses en mí de esa manera...
—Nos vemos, Satomi-kun.
—Sí, hasta mañana, Casera.

—Date prisa y vete a dormir.
—Lo haré, lo haré.

Con el sonido de la puerta cerrándose, Kenji y Shizuka desaparecieron. Después de que Koutaro comió el almuerzo que compró en la tienda de conveniencia, continuó ordenando todo él solo.

—Hmmm... Dónde debo colocar este bate... Es diferente de uno normal, así que supongo que voy a ponerlo en el perchero.
Koutaro se preocupaba por el bate en su mano. El bate firmado, que fue utilizado por el legendario bateador llamado ‘El Dios del bateo', ese era uno de los tesoros de Koutaro.
—Bien, voy a conseguir un pedestal para esto, pero por ahora lo voy a poner en la esquina.
Koutaro inclinó el bate contra la pared en la esquina y cogió una caja nueva de cartón.
—Qué es esto entonces...
Koutaro arrancó la cinta de embalaje y miró dentro.
—Más tesoros, ¿eh?
Trofeos, Certificados, mascareras conmemorativas y su guante favorito. Eran todos los recuerdos de la época de Koutaro en la secundaria.
—Está bien, voy a poner esto aquí.
No sé siente tan especial al tener tantos recuerdos en un solo lugar.
 —Si no pongo esto en uno muy bueno, entonces...
Lo siguiente era un jersey tejido. Koutaro lo envolvió con cuidado firmemente en el papel. Entonces lo puso suavemente en la maleta en el interior del armario.
—Está bien.
Alejándose del armario, Koutaro dio una palmada.
*Ring ring*
Al mismo tiempo, su teléfono, que se estaba cargando en una esquina comenzó a sonar.
—¿Eh? ¿Papá?
En el teléfono de Koutaro sólo había un contacto que todavía tenía el tono de llamada predeterminado.
Yuuichirou Satomi.
El nombre del padre de Koutaro se mostraba en la pantalla del teléfono.
Koutaro alcanzó y tomó su teléfono, respondiéndolo antes de sostenerlo a un lado de su cara.
—Hola, ¿papá?
[Ooh, ¿estás ahí, Koutaro?]
Del teléfono, la voz que se oía era sin duda la del padre de Koutaro, Yuuichirou.
[¿Cómo estás por allá? ¿Ya desempacaste todo?]
—Sí, McKenzie y la casera me ayudaron, así que tengo algo de tiempo.
[Ya veo. ¿Les agradeciste apropiadamente?]
—Sí, ¿y qué hay de ti?
[Estoy en un hostal para solteros, así que no hay nada que tenga que hacer. Tengo comida y un lugar para bañarme. Si sólo tuviera un cambio de ropa no habría problemas urgentes.]
—Me alegro. Hay más que no puedes hacer sin mí, así que estaba un poco preocupado.
[Jajaja, eso es un golpe bajo.]
Koutaro creció sólo con su padre, por lo que él hizo la mayoría de las tareas domésticas. Naturalmente, porque era él, no podría ser llamado un buen trabajo, pero aun así, si Koutaro no lo había hecho, Yuuichirou seguramente habría colapsado. Su padre era terrible en las labores domésticas…
—Es una buena oportunidad, sin embargo, encuéntrate a una buena mujer.
Así es, Koutaro quería que él se vuelva a casar pronto.
[Jajajaja, por dios...]
Pero Yuuichirou aún amaba a su difunta esposa. Koutaro entendía esto, así que no podía quejarse.
[Sí, de todos modos, si estás bien, eso es lo que importa.]
—Igualmente. Papá. ¿Olvidaste sacar la basura?
[Lo hice, lo hice.]
—¿En serio?
En este momento, Koutaro realmente entendió los sentimientos de Kenji.
[De todos modos, no hay mucho de qué hablar, así que tal vez lo dejaremos aquí. Tengo un poco más de limpieza que hacer.]
—Entendido. Hasta luego, papá.
[Sí, buenas noches, Koutaro.]
—Buenas noches.
Y así, colgaron.
—Me pregunto qué se siente ser repentinamente trasladado.
Koutaro había conectado su teléfono.
—De todos modos, debería estar aliviado. Es bueno, es bueno.
Koutaro hizo una leve sonrisa y se tomó un respiro antes de reanudar.
—Las once eh...
Koutaro detuvo la limpieza cuando iban a dar las once.
—Bueno supongo que me iré a la cama temprano esta noche. Si no me levanto a tiempo, McKenzie me gritará.
Los últimos días de la agitada mudanza tenían cansado a Koutaro, y encima de eso tenía que trabajar mañana. El ir a dormir ahora sería una buena idea.
Koutaro rápidamente sacó su futón del armario. Realmente no es del estilo de Koutaro con el diseño floreado que Shizuka había preparado. Usando su pie, Koutaro limpió algo de espacio para el futón y a continuación, sólo se tumbó sobre la cubierta floreada en frente de él.
—¿Debería colocarlo correctamente?
Después de reconsiderar eso, decidió extender correctamente el futón, Shizuka había preparado la cubierta para él, así que si lo trataba tan rudo como siempre, ella podría molestarse.
—Bien.
Después de extender el futón, Koutaro apagó las luces y se metió bajo las sábanas.
—Buenas noches.
Diciendo eso sin nadie que escuchara, Koutaro cerró los ojos. Era malo para levantarse, pero bueno para ir a dormir. Unos minutos más tarde, su respiración se hizo regular.
Nada se movía en el departamento 106, y la respiración de Koutaro hizo eco alrededor de la habitación. Era más o menos del mismo volumen que el tic-tac del reloj. Así que cuando la televisión en la habitación 105 vecina estaba encendida o cuando Shizuka cerró y abrió la puerta de arriba, en la habitación 206, su respiración era inaudible. Después de unas pocas horas, la habitación de Koutaro se llenó de nuevo con sólo su respiración.
RUIDO
Había un pequeño sonido en la habitación 106, no era Koutaro. Él estaba durmiendo y ni siquiera se movía.
RUIDO, RUIDO
El sonido provenía de la ventana, pero el marco de la ventana no estaba crujiendo y el viento no la hacía sonar. Sin embargo, la ventana seguía sonando, y luego el sonido se hizo más alto de manera constante.
Aun así, Koutaro no mostró signos de despertarse.
 —Uhh~ McKenzie, ya basta~
En su lugar, Koutaro estaba hablando en voz alta y sin despertar, por lo que la ventana no tenía ninguna chance de despertarlo.
Curiosamente, con el murmullo de Koutaro, el ruido se detuvo de repente.

—Guhehehehehe……
RUIDO
Pero por alguna razón, el crujir de la ventana dio combate de nuevo justo después de que Koutaro hablara dormido. No debería haber sido posible, pero era como si la ventana se sorprendiera de que Koutaro hablara dormido.
Durante un tiempo, el silencio continuó y el murmullo de Koutaro finalmente se detuvo. No pasó nada durante varios minutos, pero el extraño fenómeno no había terminado.
RUIDO, RUIDO……. APLASTA
Un gran sonido fuerte atravesó la noche, sonando como si una olla pequeña hubiera sido destrozada, pero mirando alrededor de la habitación, la fuente del sonido no se pudo encontrar.
APLASTA RUIDO, RUIDO……. GOLPEA
Los sonidos fuertes continuaron, y al mismo tiempo, una pelota de béisbol rodó por el suelo. Sin embargo, el causante no podía ser visto.
RUIDO, RUIDO……. GOLPEA
Los sonidos eran cada vez más violentos, y la ventana estaba haciendo un gran ruido.
—McKenzie, ¿eres un mal inquilino? La casera es linda.
Aun así, Koutaro no se despertó. Lejos de ello, Koutaro comenzó a murmurar en sueños otra vez.
—Puedes ser bien parecido, pero no tienes agallas~
Como para ahogar el discurso de Koutaro, los ruidos se pusieron aún más fuertes. Las cosas en la habitación empezaron a temblar, y la habitación estaba en el apogeo del caos. Los muebles y cajas resonaron alrededor ya que el ruido se hizo más fuerte.
El sonido estaba justo en frente de Koutaro, pero aun así él no se despertó. Todo este escándalo no podía perturbarlo en absoluto. Incluso después de haber sido amigo de Kenji durante tanto tiempo, Koutaro no se despertó fácilmente.
—Hehehehehe.
El sonido se detuvo cuando Koutaro habló dormido.
Qué pasa si estos sonidos y agitación de la habitación eran causados por alguien.
—Es molesto ese ruido, cállate. Ya basta, McKenzie.
RUIDO, RUIDO
Quien haya sido esa persona, sin duda estaría sorprendida de cómo Koutaro era tan cabeza dura mientras dormía. 

4 comentarios:

  1. Excelente Aporte.

    Podrian poner en DD el cap en pdf

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  2. gracias, la verdad parece una lectura bastante corta este es el vol 1 completo? exelente aporte :3

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